Lo que pagará el Fisco por intereses de deuda aumentará más de un 50% durante el actual gobierno
La principal razón es el aumento de la deuda esperada, que superaría el 43% del PIB. El gasto es más del doble de lo que recaudaría el impuesto al patrimonio.
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El Fisco ha aumentado de forma sostenida su nivel de deuda bruta en la última década, ante mayores presiones de gasto y, como consecuencia, crecientes necesidades de financiamiento.
Así, según datos de la Dirección de Presupuestos (Dipres), la deuda bruta del Gobierno Central pasó de representar un 11,9% del PIB en 2012, a 35,8% del Producto a marzo de este año. El stock total de acreencias alcanza a US$ 113.663 millones.
Esto no le sale gratis a las arcas públicas, ya que a mayor deuda, mayores pagos por intereses debe asumir. Y aquello también está incorporado en el escenario de Hacienda.
En el último Informe de Finanzas Públicas (IFP), la Dipres proyecta que los gastos en intereses de la deuda aumentarán un 53% entre 2022 y 2026, período que cubre la duración de la actual administración.
Así, los montos totales pasarán de US$ 3.044 millones este año (cerca de $ 2.600.000 millones) a US$ 4.683 millones ($ 4.000.000 millones) en 2026.
El peso en el PIB también se incrementará: si en 2012 se pagaba el equivalente a 0,6% del Producto en intereses, dicha cifra llegará a 1% este año y a 1,2% en el 2026.
Para hacerse una idea de la magnitud de los desembolsos, el dato duplica lo que espera recaudar el Fisco con el impuesto a la riqueza en la reforma tributaria (0,5% del PIB) a partir del 2026.
De todas maneras, el aumento en el gasto en intereses no es único de esta administración. En la segunda de Michelle Bachelet se incrementó en 56,7%, mientras que en la segunda gestión de Sebastián Piñera el alza fue de 46%.
Los gastos en intereses representaban un 0,6% del PIB en 2012. Una década más tarde, subirán a 1% del Producto, estima la Dipres.
¿Se pueden contener estos gastos?
La directora del CEF de la U. de los Andes, Cecilia Cifuentes, explica que el aumento en el gasto en intereses se debe a la mayor deuda proyectada y que el resultado efectivo del sector público continúa siendo deficitario.
De hecho, la Dipres prevé que la deuda bruta supere el 43% del PIB hacia 2026 (ver gráfico).
“Hacia adelante, el escenario favorable es que se elimine el déficit, en cuyo caso el pago de intereses podría estabilizarse, pero es difícil que baje. Probablemente el gobierno incorpora sus estimaciones de recaudación de la reforma tributaria, que en mi opinión tienen un claro sesgo optimista”, señala la economista.
El economista de Credicorp Capital, Samuel Carrasco, explica que el fenómeno también se da cuando el gasto público crece “más allá de lo prudente”, una tendencia “que se ha intensificado en los últimos años”.
“En el mediano plazo, la deuda podría ubicarse por sobre las estimaciones del gobierno, en medio de un mayor rol del Estado en la economía a través de la garantización de derechos sociales, una reforma tributaria que podría recaudar menos de lo estimado y un bajo crecimiento del PIB que impactaría en una menor recaudación”, plantea.
El economista de LyD, Tomás Flores, dice que los pagos superarían incluso el presupuesto destinado al programa de gratuidad universitaria. Afirma que hay un alto nivel de “incertidumbre” de que el gasto en intereses pueda reducirse hacia adelante, ya que “la propuesta constituyente podría, de ser aprobada, incrementar el gasto público en más de un 50%, lo cual generaría una dinámica de deuda que sería insostenible en el mediano plazo”. A esto agrega el aumento en las tasas de interés en el exterior, lo que deriva en un mayor costo de financiamiento.
El gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández, señala que reducir los desembolsos en pagos de intereses es posible en el mediano plazo, pero dependerá del cumplimiento de la meta fiscal del actual gobierno hacia el 2026.
“En la práctica, esa meta se traduce en (casi) eliminar los déficit estructural y efectivo para ese año. Si esto sucede la deuda se estabilizaría o bajaría, permitiendo una disminución en la carga de pago de intereses”, explica.